¿Cómo puedo proteger mi espalda y pelvis durante el embarazo?
Durante el embarazo puede cambiar la forma y el comportamiento de tu espalda. Los cambios hormonales pueden hacer que las articulaciones de la espalda y la pelvis se muevan. Pero a medida que tu útero crece, puede ser más difícil para ellos hacer su trabajo, y esto causa irritación y dolor.
Tu bebé protege ligeramente la espalda, que actúa como un soporte interno, pero esto lo hace menos flexible. A medida que tu bebé crezca, tu espalda se sentirá más rígida, y se vuelve más complicado doblarse hacia adelante y torcerse desde la cintura.
Tu pelvis no está protegida de la misma manera y se mueve más. Se ve afectado por las hormonas del embarazo. Estos hacen que los tejidos duros y flexibles que conectan los huesos llamados ligamentos, sean más elásticos. Esta es una razón por la que el dolor pélvico es más común que el dolor de espalda durante el embarazo.
¿Cómo puedes prevenir los dolores?
Mantenerse en forma y flexible a través de ejercicios suaves, puede ayudar a prevenir dolores. Sin embargo, no exageres las cosas. Si algo duele cuando haces ejercicio, no presiones el dolor, ya que podría causar lesiones. Las mejores formas de ejercicio durante el embarazo incluyen nadar, caminar, andar en una bicicleta estática, hacer ejercicio en una pelota de gimnasia, clases de aquanatal, pilates o yoga.
El calzado es uno de los puntos que tienes que cuidar durante el embarazo y es que si estas acostumbrada a usar los tacones muy altos, te recomendamos cambiar a los planos, puede sentirse incómodo al principio pero tus tendones de Aquiles, que van desde la base de tus pantorrillas hasta los talones, pronto se ajustarán.
Estiramientos
Ponte de pie como si alguien te estuviera haciendo más alto tirando de una cuerda atada a la parte superior de tu cabeza. Aprieta los músculos del piso pélvico y tus músculos abdominales te ayudarán a sostener la espalda. La inclinación pélvica puede aliviar la tensión de la espalda causada al sentarse o pararse por largos períodos. Cuando estés sentada, mueva lentamente la pelvis hacia adelante y hacia atrás rítmicamente, sin mover los hombros, para que tu espalda se vuelva redonda y luego arqueada. La espalda más plana puede ser una de las razones por las cuales muchas mujeres desarrollan dolor pélvico. Intenta inclinarte hacia atrás con regularidad, especialmente cuando ha estado sentado o agachado durante mucho tiempo.
No aumentes mucho de peso
Tener un alto índice de masa corporal (IMC) te hace más propenso a desarrollar dolor en la espalda y en la cintura pélvica durante el embarazo. Aunque no debes seguir una dieta durante el embarazo, trata de limitar cuánto peso ganas. Llevar una dieta sana y equilibrada, y hacer ejercicio regularmente, debería ayudarte a mantener un peso saludable.
Ponte en una buena posición sentada
Sentarse derecho en una silla de comedor le ayudará a la espalda más que descansar en una silla o un sofá suave. Si tiene que sentarse durante largos períodos en el trabajo, intente levantarse y caminar cada 20 minutos.
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